Frase del día

lunes, 6 de febrero de 2012

Ejercicios Coplas de Jorge Manrique

1.- En la copla I Jorge Manrique nos introduce en dos temas que va a desarrollar a lo largo de todo el poema, ¿cuáles son? En esta copla hay una anáfora. ¿En qué consiste? ¿Para qué la utiliza?

2.- Analiza métricamente la copla II. La primera sextilla de esta copla desarrolla una hipérbole, ¿en qué consiste?

3.- La copla III es tal vez la más famosa del poema. Desarrolla una alegoría: señala su plano real y su plano imaginario, partiendo de la metáfora inicial.
4.- En la invocación de la copla IV, ¿a quién se encomienda el autor? ¿De quién se quiere diferenciar?
5.- En las coplas V y VI Manrique nos da una visión cristiana del mundo. Explícala con tus palabras.
6.- En la copla VII: ¿qué temas se repiten? ¿Qué figuras retóricas aparecen?
7.- En las coplas IX y siguientes pone ejemplos de lo dicho en la anterior. ¿Cuáles son esos ejemplos?

8.- En la copla XI aparece un gran tópico medieval: el de la Fortuna como deidad que hunde y alza a los hombres a su antojo. Por lo que dice Manrique, ¿qué instrumento se atribuía a la Fortuna?

9.- En las coplas XII y XIII el poeta reitera con figuras retóricas -¿cuáles?- temas ya desarrollados.

Señálalos.

10.- Manrique quiere ser bien concreto y no referirse a ejemplos remotos, ¿cómo se manifiesta esto en la copla XV?

11.- Coplas XVI – XXIV: se desarrolla otro tema característicamente medieval: el del ubi sunt (¿dónde están?). El esquema es simple: consiste en empezar con la pregunta ubi sunt? seguida de los nombres de grandes personajes, imperios, ciudades, etc., que han sucumbido al paso del tiempo y de la muerte.

¿Emplea exactamente la formula tradicional?

Los poetas medievales aludían a personas de épocas remotas y distintas. ¿Cómo procede

Manrique?

El poeta se refiere a 8 personajes ilustres, ¿cuáles son?

12.- A partir de la copla XXV Manrique se refiere sólo a un muerto ilustre; ¿quién es?

13.- Coplas XXVI – XXVIII: el autor hace un elogio de su padre, ¿cómo lo hace y qué figuras retóricas emplea?

14.- Coplas XXIX – XXXII: Manrique continúa con el elogio a su padre, pero ahora lo hace con un tono diferente a las tres coplas anteriores. Señala la diferencia.

15.- Coplas XXXIII – XL: en estas últimas coplas hay un diálogo entre dos personajes (dramatización): ¿quiénes son? Finalmente, ¿cómo termina el poema?

Coplas de Jorge Manrique

Sesión 6. Lectura, análisis y debate sobre Las coplas de Jorge Manrique.

COPLAS DE DON JORGE MANRIQUE POR LA MUERTE DE SU PADRE

I

Recuerde el alma dormida,
avive el seso e despierte
contemplando
cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parescer,
cualquiere tiempo passado
fue mejor.

II

Pues si vemos lo presente
cómo en un punto s'es ido
e acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo non venido
por passado.
Non se engañe nadi, no,
pensando que ha de durar
lo que espera
más que duró lo que vio,
pues que todo ha de passar
por tal manera.

III

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
qu'es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
e consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
e más chicos,
allegados, son iguales
los que viven por sus manos
e los ricos.

(INVOCACIÓN) IV

Dexo las invocaciones
de los famosos poetas
y oradores;
non curo de sus ficciones,
que traen yerbas secretas
sus sabores.
Aquél sólo m'encomiendo,
Aquél sólo invoco yo
de verdad,
que en este mundo viviendo,
el mundo non conoció
su deidad.

V

Este mundo es el camino
para el otro, qu'es morada
sin pesar;
mas cumple tener buen tino
para andar esta jornada
sin errar.
Partimos cuando nascemos,
andamos mientra vivimos,
e llegamos
al tiempo que feneçemos;
assí que cuando morimos,
descansamos.

VI

Este mundo bueno fue
si bien usásemos dél
como debemos,
porque, segund nuestra fe,
es para ganar aquél
que atendemos.
Aun aquel fijo de Dios
para sobirnos al cielo
descendió
a nescer acá entre nos,
y a vivir en este suelo
do murió.

VII

Si fuesse en nuestro poder
hazer la cara hermosa
corporal,
como podemos hazer
el alma tan glorïosa
angelical,
¡qué diligencia tan viva
toviéramos toda hora
e tan presta,
en componer la cativa,
dexándonos la señora
descompuesta!

VIII

Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y corremos,
que, en este mundo traidor,
aun primero que muramos
las perdemos.
Dellas deshaze la edad,
dellas casos desastrados
que acaeçen,
dellas, por su calidad,
en los más altos estados
desfallescen.

IX

Dezidme: La hermosura,
la gentil frescura y tez
de la cara,
la color e la blancura,
cuando viene la vejez,
¿cuál se para?
Las mañas e ligereza
e la fuerça corporal
de juventud,
todo se torna graveza
cuando llega el arrabal
de senectud.

X

Pues la sangre de los godos,
y el linaje e la nobleza
tan crescida,
¡por cuántas vías e modos
se pierde su grand alteza
en esta vida!
Unos, por poco valer,
por cuán baxos e abatidos
que los tienen;
otros que, por non tener,
con oficios non debidos
se mantienen.

XI

Los estados e riqueza,
que nos dexen a deshora
¿quién lo duda?,
non les pidamos firmeza.
pues que son d'una señora;
que se muda,
que bienes son de Fortuna
que revuelven con su rueda
presurosa,
la cual non puede ser una
ni estar estable ni queda
en una cosa.

XII

Pero digo c'acompañen
e lleguen fasta la fuessa
con su dueño:
por esso non nos engañen,
pues se va la vida apriessa
como sueño,
e los deleites d'acá
son, en que nos deleitamos,
temporales,
e los tormentos d'allá,
que por ellos esperamos,
eternales.

XIII

Los plazeres e dulçores
desta vida trabajada
que tenemos,
non son sino corredores,
e la muerte, la çelada
en que caemos.
Non mirando a nuestro daño,
corremos a rienda suelta
sin parar;
desque vemos el engaño
y queremos dar la vuelta
no hay lugar.

XIV

Esos reyes poderosos
que vemos por escripturas
ya passadas
con casos tristes, llorosos,
fueron sus buenas venturas
trastornadas;
assí, que no hay cosa fuerte,
que a papas y emperadores
e perlados,
assí los trata la muerte
como a los pobres pastores
de ganados.

XV

Dexemos a los troyanos,
que sus males non los vimos,
ni sus glorias;
dexemos a los romanos,
aunque oímos e leímos
sus hestorias;
non curemos de saber
lo d'aquel siglo passado
qué fue d'ello;
vengamos a lo d'ayer,
que también es olvidado
como aquello.

XVI

¿Qué se hizo el rey don Joan?
Los infantes d'Aragón
¿qué se hizieron?
¿Qué fue de tanto galán,
qué de tanta invinción
como truxeron?
¿Fueron sino devaneos,
qué fueron sino verduras
de las eras,
las justas e los torneos,
paramentos, bordaduras
e çimeras?

XVII

¿Qué se hizieron las damas,
sus tocados e vestidos,
sus olores?
¿Qué se hizieron las llamas
de los fuegos encendidos
d'amadores?
¿Qué se hizo aquel trovar,
las músicas acordadas
que tañían?
¿Qué se hizo aquel dançar,
aquellas ropas chapadas
que traían?

XVIII

Pues el otro, su heredero
don Anrique, ¡qué poderes
alcançaba!
¡Cuánd blando, cuánd halaguero
el mundo con sus plazeres
se le daba!
Mas verás cuánd enemigo,
cuánd contrario, cuánd cruel
se le mostró;
habiéndole sido amigo,
¡cuánd poco duró con él
lo que le dio!

XIX

Las dávidas desmedidas,
los edeficios reales
llenos d'oro,
las vaxillas tan fabridas
los enriques e reales
del tesoro,
los jaezes, los caballos
de sus gentes e atavíos
tan sobrados
¿dónde iremos a buscallos?;
¿qué fueron sino rocíos
de los prados?

XX

Pues su hermano el innocente
qu'en su vida sucesor
se llamó
¡qué corte tan excellente
tuvo, e cuánto grand señor
le siguió!
Mas, como fuesse mortal,
metióle
la Muerte luego
en su fragua.
¡Oh jüicio divinal!,
cuando más ardía el fuego,
echaste agua.

XXI

Pues aquel grand Condestable,
maestre que conoscimos
tan privado,
non cumple que dél se hable,
mas sólo como lo vimos
degollado.
Sus infinitos tesoros,
sus villas e sus lugares,
su mandar,
¿qué le fueron sino lloros?,
¿qué fueron sino pesares
al dexar?

XXII

E los otros dos hermanos,
maestres tan prosperados
como reyes,
c'a los grandes e medianos
truxieron tan sojuzgados
a sus leyes;
aquella prosperidad
qu'en tan alto fue subida
y ensalzada,
¿qué fue sino claridad
que cuando más encendida
fue amatada?

XXIII

Tantos duques excelentes,
tantos marqueses e condes
e varones
como vimos tan potentes,
dí, Muerte, ¿dó los escondes,
e traspones?
E las sus claras hazañas
que hizieron en las guerras
y en las pazes,
cuando tú, cruda, t'ensañas,
con tu fuerça, las atierras
e desfazes.

XXIV

Las huestes inumerables,
los pendones, estandartes
e banderas,
los castillos impugnables,
los muros e balüartes
e barreras,
la cava honda, chapada,
o cualquier otro reparo,
¿qué aprovecha?
Cuando tú vienes airada,
todo lo passas de claro
con tu flecha.

XXV

Aquel de buenos abrigo,
amado, por virtuoso,
de la gente,
el maestre don Rodrigo
Manrique, tanto famoso
e tan valiente;
sus hechos grandes e claros
non cumple que los alabe,
pues los vieron;
ni los quiero hazer caros,
pues qu'el mundo todo sabe
cuáles fueron.

XXVI

Amigo de sus amigos,
¡qué señor para criados
e parientes!
¡Qué enemigo d'enemigos!
¡Qué maestro d'esforçados
e valientes!
¡Qué seso para discretos!
¡Qué gracia para donosos!
¡Qué razón!
¡Qué benino a los sujetos!
¡A los bravos e dañosos,
qué león!

XXVII

En ventura, Octavïano;
Julio César en vencer
e batallar;
en la virtud, Africano;
Aníbal en el saber
e trabajar;
en la bondad, un Trajano;
Tito en liberalidad
con alegría;
en su braço, Aureliano;
Marco Atilio en la verdad
que prometía.

XXVIII

Antoño Pío en clemencia;
Marco Aurelio en igualdad
del semblante;
Adriano en la elocuencia;
Teodosio en humanidad
e buen talante.
Aurelio Alexandre fue
en desciplina e rigor
de la guerra;
un Constantino en la fe,
Camilo en el grand amor
de su tierra.

XXIX

Non dexó grandes tesoros,
ni alcançó muchas riquezas
ni vaxillas;
mas fizo guerra a los moros
ganando sus fortalezas
e sus villas;
y en las lides que venció,
cuántos moros e cavallos
se perdieron;
y en este oficio ganó
las rentas e los vasallos
que le dieron.

XXX

Pues por su honra y estado,
en otros tiempos passados
¿cómo s'hubo?
Quedando desamparado,
con hermanos e criados
se sostuvo.
Después que fechos famosos
fizo en esta misma guerra
que hazía,
fizo tratos tan honrosos
que le dieron aun más tierra
que tenía.

XXXI

Estas sus viejas hestorias
que con su braço pintó
en joventud,
con otras nuevas victorias
agora las renovó
en senectud.
Por su gran habilidad,
por méritos e ancianía
bien gastada,
alcançó la dignidad
de la grand Caballería
dell Espada.

XXXII

E sus villas e sus tierras,
ocupadas de tiranos
las halló;
mas por çercos e por guerras
e por fuerça de sus manos
las cobró.
Pues nuestro rey natural,
si de las obras que obró
fue servido,
dígalo el de Portogal,
y, en Castilla, quien siguió
su partido.

XXXIII

Después de puesta la vida
tantas vezes por su ley
al tablero;
después de tan bien servida
la corona de su rey
verdadero;
después de tanta hazaña
a que non puede bastar
cuenta cierta,
en la su villa d'Ocaña
vino
la Muerte a llamar
a su puerta,

XXXIV

diziendo: "Buen caballero,
dexad el mundo engañoso
e su halago;
vuestro corazón d'azero
muestre su esfuerço famoso
en este trago;
e pues de vida e salud
fezistes tan poca cuenta
por la fama;
esfuércese la virtud
para sofrir esta afruenta
que vos llama."

XXXV

"Non se vos haga tan amarga
la batalla temerosa
qu'esperáis,
pues otra vida más larga
de la fama glorïosa
acá dexáis.
Aunqu'esta vida d'honor
tampoco no es eternal
ni verdadera;
mas, con todo, es muy mejor
que la otra temporal,
peresçedera."

XXXVI

"El vivir qu'es perdurable
non se gana con estados
mundanales,
ni con vida delectable
donde moran los pecados
infernales;
mas los buenos religiosos
gánanlo con oraciones
e con lloros;
los caballeros famosos,
con trabajos e aflicciones
contra moros."

XXXVII

"E pues vos, claro varón,
tanta sangre derramastes
de paganos,
esperad el galardón
que en este mundo ganastes
por las manos;
e con esta confiança
e con la fe tan entera
que tenéis,
partid con buena esperança,
qu'estotra vida tercera
ganaréis."

[Responde el Maestre:]

XXXVIII

"Non tengamos tiempo ya
en esta vida mesquina
por tal modo,
que mi voluntad está
conforme con la divina
para todo;
e consiento en mi morir
con voluntad plazentera,
clara e pura,
que querer hombre vivir
cuando Dios quiere que muera,
es locura."

[Del maestre a Jesús]

XXXIX

"Tú que, por nuestra maldad,
tomaste forma servil
e baxo nombre;
tú, que a tu divinidad
juntaste cosa tan vil
como es el hombre;
tú, que tan grandes tormentos
sofriste sin resistencia
en tu persona,
non por mis merescimientos,
mas por tu sola clemencia
me perdona".

FIN

XL

Assí, con tal entender,
todos sentidos humanos
conservados,
cercado de su mujer
y de sus hijos e hermanos
e criados,
dio el alma a quien gela dio
(el cual la ponga en el cielo
en su gloria),
que aunque la vida perdió,
dexónos harto consuelo
su memoria.

Jorge Manrique, 1477


Serranillas del Marqués de Santillana

Serranillas

Iñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana


Serranilla II

En toda la su montaña

de Trasmoz a Veratón

no vi tal gentil serrana.

Partiendo de Conejares,

allá suso en la montaña,

cerca de la Travesaña,

camino de Trasovares,

encontré moza lozana

poco más acá de Añón

riberas de una fontana.

Traía saya apretada,

muy bien hecha en la cintura;

a guisa de Extremadura

cinta, y collera labrada.

Dije: «Dios te salve, hermana;

aunque vengas de Aragón,

desta serás castellana.»

Respondióme: «Caballero,

no penséis que me tenéis,

ca primero probaréis

este mi dardo pedrero;

ca después desta semana

hago bodas con Antón,

vaquerizo de Morana.»

Serranilla VII

Madrugando en Robledillo

por ir buscar un venado,

hallé luego al Colladillo

caza, de que fui pagado.

Al pie de esa gran montaña,

la que dicen de Verzosa,

vi guardar muy gran cabaña

de vacas moza hermosa.

Si voluntad no me engaña,

no vi otra más graciosa:

si alguna de esto se ensaña,

lóela su enamorado.

Serranilla VI

Serrana, tal casamiento

no consiento que hagáis,

car de vuestro perdimiento,

maguer no me conozcáis,

muy gran displacer tendría

en vos ver enajenar

en poder de quien mirar

ni tratar no vos sabría.

Serranilla VIII

De Vitoria me partía

un día de esta semana,

por mi pasar a Alegría,

do vi moza lepuzcana.

Entre Gaona y Salvatierra,

en ese valle arbolado

donde se aparta la sierra,

la vi guardando ganado,

tal como el albor del día,

en un hargante de grana,

cual todo hombre la querría,

no vos digo por hermana.

Yo loé las de Moncayo

y sus gestos y colores,

de lo cual no me retrayo,

y la mozuela de Bores;

pero tal fisonomía

en toda la su montaña

cierto no se hallaría,

ni fue tan hermosa Yllana.

De la moza de Bedmar,

a hablarvos ciertamente,

razón tuve de loar

su gran y buen continente;

mas tampoco negaría,

la verdad que tan lozana,

después la señora mía,

no vi doña ni serrana.

Actividades

1. ¿Qué tienen en común todas las serranillas?

2. Compara estas serranillas con la que leímos del Arcipreste de Hita. Señala las diferencias que encuentres en cuanto a estilo y estructura.

3. Intenta deducir por el contexto el significado de las palabras subrayadas.

4. Compara el contenido y la estructura de las serranillas II y VII.

Analiza la métrica de los cuatro primeros versos de cada serranilla.

Pedro Páramo

“Vine a Comala porque me dijeron que acá
vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre
me lo dijo. Y yo le prometí que vendría verlo en
cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en
señal de que lo haría, pues ella estaba por
morirse y yo en un plan de prometerlo todo”.
En la presente guía de lectura encontrarás los siguientes bloques que debes leer atentamente:
- Una breve introducción a la vida y la obra de Juan Rulfo (págs. 1-2).
- Un estudio detallado de la obra Pedro Páramo: argumento, estructura, personajes… (págs. 2-8).
- La guía de lectura propiamente dicha: debes leer las distintas secuencias y responder a las cuestiones
planteadas (págs. 9-16).
- Un anexo donde se establece una comparación y se ven las diferencias entre el orden de la “historia” y
el de la “narración” (pag. 17).
1
JUAN RULFO Y PEDRO PÁRAMO
1- JUAN RULFO: datos biográficos.
Juan Rulfo nació en 1918 en Apulco, un pueblecito vecino a Sayula, en el estado de Jalisco,
región en la que viviría hasta los 15 años y que sería el escenario de toda su obra. Tenía seis
años cuando muere asesinado su padre, víctima de la historia violenta de Méjico. La
Revolución Mejicana se había iniciado en 1910 y sus
secuelas se prolongaron durante años, con insurrecciones
contrarrevolucionarias como la de los “cristeros”,
llamados así porque luchaban en nombre de Cristo y las
tradiciones (de todo ello habrá referencias en Pedro
Páramo). En 1930 perdió a su madre. La infancia y la
adolescencia es triste: ruina familiar, colegios, orfanatos,
estancias en casa de algunos parientes… La soledad y un
talante íntimo, reconcentrado, triste, lo definirán desde
entonces. Estudió contabilidad y algo de leyes y de
literatura, pero – en este último terreno – será sobre
todo un autodidacta.
En 1933 se traslada a Méjico capital, pero no logra
que le convaliden sus estudios anteriores y no completará
ninguna carrera. Entra en contacto con ambientes literarios y desempeña diversos oficios –
hasta vendedor de neumáticos-, mientras comienza a escribir y a publicar cuentos en revistas.
En 1953 aparece su primer libro, El llano en llamas, que pasa casi inadvertido. En cambio, dos
años después la crítica será muy elogiosa con Pedro Páramo, cuya fama irá creciendo con los
años hasta convertirse en un clásico.
Sin embargo, el autor parece paralizado por el éxito; apenas escribirá desde entonces;
durante algunas temporadas, caerá en el alcoholismo. Vive de empleos administrativos, de
trabajos como guionista en cine y televisión. Desde 1964, ocupa un cargo en el Instituto
Indigenista de Méjico. Intenta escribir una nueva novela, La cordillera. Su fama le lleva a viajar
por diverso países; viene varias veces a España, donde se le otorga el Premio Príncipe de
Asturias en 1983. Muere en Méjico en 1986.
2- CARACTERÍSTICAS GENERALES DE SU OBRA.
Como rezaba un titular de prensa con ocasión de su muerte, “Juan Rulfo pasa a la
historia de la literatura con 250 páginas”. Tal cifra es la que suman los cuentos de El llano en
llamas (1953) y la breve novela de 1955 Pedro Páramo. A ello sólo hay que añadir el leve
volumen titulado El gallo de oro y otros textos para cine recogidos en 1980. En cuanto a la
citada novela, La cordillera, Rulfo habló en diversas ocasiones de su lenta y penosa
elaboración: dijo llevar escritas centenares de páginas; en otra ocasión afirmó haber roto
muchas; o declaró su propósito de reducirla a un relato breve, o a varios cuentos…
Lo dicho hasta ahora nos conduce a una primera característica de su obra: una
elaboración escrupulosa que procede por eliminación y condensación. Cada página suya
parece haber sido trabajada con un rigor absoluto: de ahí la asombrosa perfección de sus
obras acabadas, su poder de sugestión y la densidad del contenido y del estilo.
La obra de Rulfo supuso una profunda renovación con respecto a la narrativa realista,
de ambiente rural e intención social. Sus temas coinciden en gran parte con los de aquella
corriente: lo rural, lo social… Pero el tratamiento de tales aspectos es nuevo, tanto por su
enfoque profundo como por la incorporación de nuevas técnicas. Todo eso se concreta en los
siguientes aspectos:
2
● El enfoque de Rulfo le lleva a trascender el plano de lo estrictamente regional y
social – sin restarle fuerza a estos aspectos- para desembocar en temas universales, de amplio
alcance humano: el dolor, las ilusiones rotas, la soledad, la muerte… La muerte, en especial,
como reverso de una vida vacía, traspasa con su obsesiva presencia la obra de Juan Rulfo.
● El autor transciende el enfoque realista incorporando elementos fantásticos o,
mejor míticos. En sus páginas, la visión directa de las realidades más brutales convive de
forma fascinante con lo misterioso, lo alucinante, lo sobrenatural. La realidad evocada por
Rulfo está habitada a menudo por seres extraños, por fantasmas, por fuerzas desconocidas.
Ello hace del autor uno de los primeros maestros del realismo mágico.
● Fundamentales son las nuevas técnicas narrativas que Rulfo emplea: la ruptura del
desarrollo cronológico del relato, el uso del monólogo interior, alternando bruscamente con
diálogos, el cambio inesperado del punto de vista, etc., son algunos rasgos que emparentan a
Rulfo con los grandes renovadores de la novela europea y americana (Kafka, Joyce, Faulkner…)
y lo sitúan a la cabeza de la renovación de la narrativa hispanoamericana. De hecho fue un
adelantado; y sólo en los años 60, tras la consolidación de la nueva narrativa, fue valorado con
plena justicia.
● En el estilo se observa una influencia del lenguaje popular mejicano; sus páginas
suelen tener un inconfundible aire de “cosa hablada”. Sin embargo, de nuevo hay que insistir
en su conciencia y esmerada elaboración. El resultado es asombroso: una profunda
asimilación del habla popular y, a la vez, una salvación estética – poética- de esa habla.
EL LLANO EN LLAMAS
Su primera obra, El llano en llamas (1953), es un conjunto de diecisiete cuentos de
tema rural que, en apariencia, continúan con la línea costumbrista que floreció en México
durante las primeras décadas del siglo. No obstante, aunque el
autor recrea tradiciones y modos de hablar de la gente de su
tierra, la hondura de su prosa le da a cada uno de sus relatos
una significación universal. A ello cabe agregar una serie de
estilizaciones y audacias técnicas que lo alejan de los cauces
narrativos tradicionales y le permiten pasar de lo real a lo
fantástico con sorprendente naturalidad. El tono de estas
historias es, en general, bastante sombrío y se desarrollan en
medio de la desesperanza, la pobreza y la violencia. Estos
rasgos se aprecian, sobre todo, en cuentos como Nos han dado
la tierra, Luvina, El hombre y Macario.
La mayoría de las historias se narran en primera persona y se caracterizan por su
concisión, por registrar los hechos más importantes. El lenguaje incluye rasgos dialectales y
populares del discurso oral de los campesinos y enunciados breves en los que irrumpe lo
poético.
3- PEDRO PÁRAMO
A- GÉNESIS Y ARGUMENTO DE LA OBRA
Tras la publicación de El llano en llamas, Rulfo emprende una novela en la que venía
pensando desde hacía tiempo. Él mismo ha contado cómo escribió un primer capítulo en un
3
cuaderno escolar, cómo tomaba notas en los más diversos momentos y en cualquier papel. En
unos meses reunió trescientas páginas, pero la elaboración fue trabajosa y presidida por “una
gran ansiedad” (“porque para escribir se sufre en serio”, diría). “Llegué a hacer otras tres
versiones que consistieron en reducir a la mitad aquellas 300 páginas. Eliminé toda divagación
y borré completamente las intromisiones del autor”. Estas palabras confirman los escrúpulos
creadores de Juan Rulfo. Incluso vaciló en el título. Por fin, animado por el editor, entregó la
novela con el título definitivo. La obra asombró – y desconcertó al lector común- por la mezcla
de elementos familiares y de novedades de enfoque y técnica.
La síntesis de la historia es la siguiente: Juan Preciado, en cumplimiento de la última
voluntad de su madre, llega a Comala en busca de su padre, “un tal Pedro Páramo”, a quien no
conoció. Pronto sabrá que Pedro Páramo murió hace años. Comala es un pueblo fantasmal,
habitado por seres que parecen estar en una extraña frontera entre la vida y la muerte. Poco a
poco comprendemos que todos están muertos verdaderamente. Pero habremos de llegar a la
mitad de la novela para
descubrir que el mismo Juan
Preciado murió tras llegar a
Comala. Entre tanto las ánimas
y las “voces” que pueblan la
aldea nos van desvelando, a
retazos, la vida pasada del
pueblo y la de Pedro Páramo.
Este fue un cacique implacable,
que no retrocedió ante nada
para ensanchar sus tierras y su
poder (entre otras cosas se casó
por interés con Dolores Preciado, a la que abandonaría después con su hijo Juan). Pero, a la
vez, Pedro Páramo es un hombre frustrado, vacío, sin amor, abocado a la soledad, y que
encontrará una muerte absurda a manos de otro hijo abandonado.
B- ESTRUCTURA DE LA NARRACIÓN
En el caso de una novela como Pedro Páramo, resulta especialmente oportuna la
distinción entre la historia (los hechos que se cuentan, tal como se sucedieron) y la narración
(la disposición y la manera de contarlos). En el anexo (pág. 17) se pueden seguir con detalle las
diferencias entre el orden de la “historia” y el de la “narración”, pero se recomienda una
primera lectura sin preparación especial. El mismo autor reconocía en una entrevista que
estamos ante “una novela difícil”; y añadía que “se necesitaba leerla tres veces para
entenderla”.
● En cuanto a su estructura externa, la obra se compone de 70 secuencias o fragmentos,
a veces muy breves, y que son como piezas de una historia rota que el lector irá
recomponiendo a modo de rompecabezas. (Es imprescindible numerar las secuencias).
● La estructura interna de la narración presenta dos “líneas” o hilos narrativos que
avanzan alternándose y entrecruzándose:
1ª-. Secuencias referentes a Juan Preciado: Están narradas en primera persona. Siguen, en
general, un orden cronológico (pero en ellas se insertan, en letra en cursiva, palabras de la
madre).
2ª-. Secuencias referentes a Pedro Páramo: (empieza con la § 6). Narradas en tercera
persona. Nos remiten al pasado, con respecto al tiempo de la línea 1ª, pero además –y aquí
entramos en lo más complejo- se presentan sin orden cronológico.
Muchas secuencias de la línea 1ª hacen referencia a los hechos de la 2ª. Y que hay,
4
especialmente, algunas secuencias que podemos llamar mixtas.
Por otra parte, el desarrollo de la narración presenta un giro perceptible cuando el lector
comprende que Juan Preciado está muerto (§§ 36-37). Entonces nos damos cuenta de que
todas aquellas secuencias anteriores en que él hablaba en primera persona forma parte del
relato que le hacía a Dorotea la Cuarraca, que está enterrada a su lado. De acuerdo con ello, la
novela se dividiría en dos partes:
I- Secuencias 1-37. Predomina sensiblemente la historia de Juan Preciado (línea 1ª).
II- Secuencias 38 al final. Domina netamente la 2ª línea (historia de Pedro Páramo, y en
especial sus relaciones con Susana San Juan). Juan Preciado junto a Dorotea,
escucha – y a veces comenta- lo que evocan las voces de los muertos.
Lo dicho hasta aquí indica que nos hallamos ante una estructura muy meditada, con
propósitos muy definidos. Veamos algunos de los aspectos que le confieren su originalidad y
su dificultad:
● El desorden cronológico con que se suceden los episodios de la vida de Pedro Páramo.
Además, cada episodio se fragmenta en diversas secuencias. Entre los episodios y las
secuencias hay elipsis (se saltan sucesos o acciones que el lector debe suplir). Y, sobre todo, las
secuencias de una y otra “línea” se entremezclan de forma abrupta, sin “advertencia”, salvo
excepciones (recordemos que Rulfo había prescindido de las “intromisiones del autor”).
Todo ello hace que la narración avance de un modo sincopado, a veces con bruscos
flashes, con saltos y con vacíos. Es un tipo de relato al que nos tiene acostumbrado el cine y
que ya tenía precedentes en las narrativas extranjeras (Faulkner, pero Rulfo confesaba no
haberlo leído aún).
● El efecto de desconcierto y, a la vez, de suspensión, sobre todo, el salto brusco de una línea
narrativa a otra en la secuencia 6; y dentro de las primeras secuencias sobre Pedro Páramo,
cómo se mezclan episodios y épocas distintas.
Cabe preguntarse el porqué de tal complejidad. Lo cierto es que no tiene nada de
gratuita. Rulfo insistió en que le guiaban propósitos bien definidos. Escogió la estructura que le
parecía más adecuada, más eficaz, para impregnar al lector con el hondo sentimiento de la
trama de un vivir colectivo, de la relatividad del tiempo humano y de esa extraña vecindad de
la vida y la muerte. Sin duda, la impresión de la “historia” habría sido muy distinta con otra
forma de narración.
En esta fotografía de 1961 vemos a Rulfo con el realizador cinematográfico Carlos
Velo, que llevaría al cine su novela Pedro Páramo en 1967.
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C- LOS PERSONAJES
La novela se presenta como la historia de un cacique, de un tirano local, en torno al cual
giran los demás personajes.
● Pedro Páramo es, en efecto, el centro de todo ese mundo. Estamos ante un personaje
impresionante, Desde el principio se habla de él como un “rencor vivo”. De una manera
magistral, se van acumulando datos sobre él página tras página. Lo vemos de niño, pensando
ya en Susana. Lo vemos rodeado de muerte: la del abuelo, la del padre, como la posterior de
su hijo Miguel. Y lo vemos endurecerse y agigantarse al frente de la “Media Luna”, su
hacienda, que va ensanchando sin reparar en medios, sin detenerse ni ante el crimen. Es la
personificación del poder más brutal, de la violencia. Pero no le es ajeno cierto sentimiento de
culpa: “Estoy comenzando a pagar”, dice al enterarse de la muerte de Miguel (§ 40). Y en su
fondo hay algo hermoso: el amor por Susana San Juan, aunque lo lleve a conseguirla por
cualquier medio. Fue su única ilusión verdadera, pero frustrada: la incomunicación marcará
sus relaciones con ella (§ 52, al final). Y cuando Susana muera, Pedro Páramo –hundido en una
definitiva soledad- se dejará morir.
● Susana San Juan es –según Rulfo- el ideal. Habrá que fijarse, por ejemplo, en cómo habla
Pedro de ella. Pero en sí misma, es una figura aureolada por un lirismo turbador que se
manifiesta especialmente en sus sueños o recuerdos de su amor por Florencio. ¿Amor real?
Rulfo precisó que tal personaje era un producto de la locura de Susana. Pero la ambigüedad
no se agota. ¿Y cuál es la causa de su locura? ¿La ausencia de amor? Así parece, pero la obra
deja entrever algo inquietante y traumático en las relaciones con su padre. Lo más importante
es que Susana es el único personaje sobre el que el poderoso Páramo no tiene poder.
● Otras mujeres que tuvieron alguna relación con Pedro Páramo serán Eduviges Dyada,
Damiana Cisneros o Dorotea la Cuarraca; pero destaca sobre ellas Dolores Preciado, madre de
Juan Preciado. Es una figura inversa a la de Susana: en este caso fue ella la ilusionada con
Pedro Páramo, pero su ilusión también desembocó en el desengaño (a Pedro sólo le
interesaban sus tierras). Muere lejos de Comala y su nostalgia – y su rencor hacia Pedro
Páramo- impulsarán a Juan Preciado a ir en busca de su padre. (“El olvido en que nos tuvo, mi
hijo, cóbraselo caro”).
● Juan Preciado es el otro eje de la novela. Y sus dimensiones son complejísimas, pues enlazan
con mitos mejicanos y universales. Encaran la figura de la criatura abandonada en busca del
padre, de sus raíces, de lo que es “suyo”.
Pero esta busca lo conduce a la muerte; su
camino es un descenso a los infiernos. Y así,
encarna – como otros personajes- el fracaso
de toda ilusión y la tragedia del vivir
humano.
● Hay otros hijos de Pedro Páramo. Dos de
ellos desempeñan un papel en la obra.
Miguel Páramo, hijo ilegítimo, pero
reconocido, es el reverso de Juan Preciado.
Y viene a ser “otro Pedro Páramo”, en todo
lo que éste tiene de peor. Su temprana
muerte es el principio del castigo que recibe el cacique. El otro hijo es Abundio, ese enigmático
personaje que aparece ya al principio (el arriero § 2) y que reaparecerá en la secuencia
penúltima y decisiva. Su papel es el de un vengador a la vez justiciero y absurdo (está
borracho), y enlaza con otro mito ancestral: el del hijo que se rebela contra el padre y le da
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muerte.
● El padre Rentería representa a un sector de la Iglesia que está aliado con el poder hasta la
mayor degradación. En este sentido, tienen una fuerza enorme las acusaciones de que es
objeto por parte de otro sacerdote, el cura de Contla en la secuencia 41. Es, por lo demás, un
personaje torturado pero incapaz de enderezar su vida dignamente. Al final lo veremos
sumarse a los “cristeros”. En suma, una muestra de una religiosidad deforme.
● Junto a los personajes mencionados, hay una serie de figuras secundarias, o que aparecen de
una forma fugaz, y que contribuyen a sumergirnos en la atmósfera irrespirable de Comala.
D- EL AMBIENTE. COMALA
Pedro Páramo es “la historia de un cacique”, pero mucho más. Como afirmó Rulfo, “en
verdad es el relato de un pueblo: una aldea muerta en donde todos están muertos, incluso el
narrador, y sus calles y campos son recorridos únicamente por las ánimas y los ecos capaces de
fluir sin límites en el tiempo y en el espacio”.
Comala con sus dimensiones reales y míticas, es uno de esos ámbitos novelescos
inolvidables. En primer lugar, es una síntesis de muchos pueblos de la tierra de Rulfo que se
iban quedando abandonados y donde “los vivos están rodeados de muertos”. Encierra
asimismo una síntesis de elementos característicos de la historia de Méjico, centrada en una
sociedad rural arcaica y de tipo feudal.
Las dimensiones de Comala son múltiples. Se ha hablado de tres Comalas: la Comala
soñada o ideal, la Comala “real” o de Pedro Páramo y la Comala muerta o “infernal”:
- En primer lugar y, como punto de referencia, está lo que podemos llamar una Comala
paradisíaca: es la que desde lejos evocaba Dolores Preciado ante su hijo Juan, y la que
despierta la “ilusión” y las “esperanzas” de éste.
- Pero lo que descubriremos será bien distinto. Desde el principio, Comala responderá a
su nombre (de comal, placa de barro que se pone sobre el fuego). Es admirable cómo
Rulfo va introduciéndonos en ese ambiente inquietante, misterioso, sofocante:
“pueblo sin ruidos”, “casas vacías”, “ecos”, “murmullos”. Muy pronto esa Comala tan
distinta de un paraíso se nos desdobla en dos: una es la Comala de Pedro Páramo,
una Comala “histórica” sólo en cierto modo. Representa el reino de un poder tiránico,
de la violencia, de la injusticia, de la degradación y la alineación en diversas formas,
hasta la locura. Su destino está ligado al de Pedro Páramo. Y será, en suma, un pueblo
abocado a la soledad y a la destrucción.
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- No es extraño que aquella Comala sea colindante con la tercera: la Comala infernal o
el reino de los muertos. Saltamos así al mundo mítico. De un modo también gradual y
admirable, el lector va percibiendo la índole fantasmal de los inquietantes personajes
que aparecen y desaparecen, o va identificando las extrañas voces. Son, en efecto,
almas en pena, criaturas condenadas a revivir un pasado horrible o torturadas por
remordimientos. Es un mundo sin esperanza en el que se concentra la significación
última de la obra.
E- SIGNIFICACIÓN DE PEDRO PÁRAMO
El primer plano de significación será el histórico y social. La acción se sitúa en un tiempo
preciso: el último tercio del siglo XIX y el primero del XX. Hay referencias importantes a la
Revolución mejicana (iniciada en 1910) o a la citada insurrección de los “cristeros” (1925-
1928). El personaje de Pedro Páramo
es quintaesencia de un tipo histórico
real.
Un paso más ha llevado a ver en
Pedro Páramo unas claves esenciales
del alma mejicana. Base de estas
interpretaciones es el análisis que del
ser de Méjico hizo Octavio Paz en un
libro clásico (El laberinto de la
soledad, 1950). Como podemos ver la
obra encierra elementos de los que
señala Octavio Paz:
- Sentimiento de ser juguete de
poderes y fuerzas contrarias y enemigas, de dioses insaciables.
- Sentimiento de hostilidad de la vida.
- Fatalismo; desprecio de la vida y desafío a la muerte.
- Sentimiento de soledad.
- Necesidad de la fantasía como refugio.
Hay un rasgo del espíritu tradicional mejicano que merece párrafo aparte: la especial idea
de las relaciones entre la vida y la muerte. Por un cruce de mitos aztecas y de tradiciones
cristianas, la oposición entre vida y muerte no es absoluta; la frontera entre ambas resulta
borrosa. Y ello es un elemento básico en Pedro Páramo. En relación con ello en la novela se
manifiesta una honda obsesión por la muerte, desde el principio (trauma que para Pedro
supone la muerte del padre) hasta el final (su propia muerte a manos de su hijo), pasando por
todo un rosario de muertes, casi siempre violentas. Y ello va unido a una concepción
desesperada de la vida.
Poco a poco, del plano concreto o de las raíces profundas de lo mejicano, nos alzamos al
plano del mito y de las obsesiones universales. Temas universales son el poder, la injusticia, la
soledad, la muerte… A esto hay que añadir el alcance más amplio que tiene la búsqueda de
Juan Preciado y que conecta con mitos como el viaje a la Tierra Prometida o la búsqueda del
paraíso. Viaje trágico o búsqueda inútil.
Y así llegamos a lo que es el tema central y la significación más amplia de la obra: las
ilusiones frustradas. La clave está ya en la primera secuencia, cuando confiesa Juan Preciado:
“comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de este modo se me fue
formando un mundo alrededor de la esperanza…“ Más adelante Dorotea le dirá: “¿La ilusión?
Eso cuesta caro.” Y hacia el final se dirá de Pedro Páramo que “lo agarró la desilusión”. En
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realidad, ello es aplicable a todos los personajes. La novela es una historia de esperanzas
muertas. Y ello hasta extremos de la mayor desolación. Un claro ejemplo son estas palabras de
Dorotea:
“Lo único que la hace a una mover los pies es la esperanza de que al morir la lleven a una de un
lugar a otro; pero cuando a una le cierran una puerta y la que queda abierta es nomás la del Infierno,
más vale no haber nacido…”
No cabe una concepción más trágica de la vida.
F- TÉCNICAS Y ESTILO
De los aspectos técnicos de la obra, ya nos hemos fijado en la estructura narrativa con
todo lo que conlleva (entrecruzamiento de historias, desorden cronológico, formas de
sucederse las secuencias, elipsis…). Añadamos ahora otros elementos:
- La descripción en Pedro Páramo se caracteriza por su parquedad – o sobriedad- a la
vez que por su intensidad. Hay que tener en cuenta cómo el lector percibe la
atmósfera de Comala y la economía de medios con que ello se consigue. Lo mismo
cabría observar de los personajes.
- Monólogos y diálogos merecen especial atención. Entre los primeros destacan alguno
de Pedro Páramo, pero sobre todo, los de Susana San Juan, bellísimos. En cuanto a los
diálogos, dentro de cierta variedad, domina el diálogo sobrio, conciso, hasta lacónico,
pero de una gran calidad literaria.
- El estilo de la obra es inseparable de la impresión que produce en el lector. Ante todo,
el lenguaje queda marcado por los caracteres que presiden la creación del autor:
elaboración escrupulosa, sobriedad, condensación. A esto hay que añadir la
convivencia entre raíces populares y altura estética. El mismo Rulfo habló de su
pasión por beber del habla de su tierra. De ahí el poder evocativo de su estilo, su
intenso sabor, que el lector español debe poner
la máxima atención en percibir y gustar. Todas las
páginas están cuajadas de vocablos y giros
mejicanos, sin que falten vulgarismos
caracterizadores. De ahí la fuerte impresión de
realidad terruñera que constituye uno de los
ingredientes de la novela. Pero a ello se unen
otras dimensiones. Así, la capacidad de expresar
los sentimientos más hondos y complejos,
aunque casi siempre dentro de una contención.
La sobriedad se alía con la hondura sugeridora. La fuerza poética de ese lenguaje está
presente en los tonos elegíacos que aparecen en los diálogos más sencillos, así como
en continuos hallazgos verbales del narrador, pero sobre todo en ciertos fragmentos
poemáticos como los monólogos de Susana San Juan.
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GUÍA DE LECTURA DE PEDRO PÁRAMO
Estructura externa
Pedro Páramo no está dividido en capítulos numerados. Se organiza en secuencias de diferente
extensión, pero por lo general breves, que se separan entre sí mediante espacios en blanco. En
total son 70, debes numerarlas antes de empezar a leer el libro.
Secuencias 1 y 2.
-¿Por qué viaja Juan Preciado a Comala?
-¿A quién encuentra n el camino? ¿Qué noticias importantes le da este personaje?
-¿Qué impresión produce el pueblo de Comala? ¿Responde a la idea que Juan se había hecho del
pueblo a partir de las palabras de su madre? ¿Qué tiene de llamativo el lugar?
Secuencia 3 En un monólogo Juan Preciado rememora su llegada a Comala.
-¿De qué lugar dice estar recién llegado?
-¿Adonde se dirige Juan? ¿Cómo se siente? ¿Qué le reprocha a su madre?
Secuencia 4. Juan Preciado se queda en Comala.
Secuencia 5. Juan Preciado es recibido por Eduviges.
-¿Se sorprende ella de la llegada del
forastero? ¿Por qué?
-¿Cómo es físicamente Viges?
-¿Qué relación tiene Eduviges con
la madre de Juan? Por cierto, ¿cómo
se llama ésta?
-La mujer le hace una inquietante
declaración, prometiéndole
explicársela más adelante ¿de qué
se trata?
Secuencia 6.
Surge un nuevo personaje: Pedro
Páramo (el padre de Juan Preciado), cuando es un niño. ¿En quién piensa?
Secuencias 6, 7 y 8.
Ya de niño, Pedro Páramo muestra su interés por el dinero y su capacidad para tomar
decisiones relacionadas con los negocios familiares.
- ¿Quién muere en este episodio? ¿Quién ocupa los pensamientos de Pedro?
Secuencia 9.
Juan Preciado y Eduviges intercambian comentarios.
-¿Qué cuenta Eduviges del arriero Abundio?
-Eduviges aclara sus misteriosas palabras de la secuencia 5: ella estuvo a punto de ser la madre
de Juan Preciado. ¿Por qué?
-Según Eduviges, ¿qué trato le daba Pedro Páramo a Doloritas? ¿Qué sentía ella hacia el
cacique?
-¿Adonde se va Doloritas y quién la anima a hacerlo? ¿Por qué nunca regresó a Comala?
Secuencia 10. Pedro Páramo evoca el día en que Susana abandonó Comala.
Dialoga con su abuela. ¿Por qué está descontento Pedro? ¿Qué rasgo de su carácter queda de
manifiesto en este episodio?
-¿Qué le vaticina la mujer a su ambicioso nieto?
Secuencias 11 y 12 Muerte de Miguel Páramo.
-Eduviges, acompañada de Juan Preciado, escucha pasar al caballo de Miguel Páramo, el hijo de
Pedro Páramo muerto tiempo atrás. Cuenta que ella se enteró de la muerte del joven antes de
que él tuviera conciencia de lo que le había sucedido. ¿Cuándo y cómo conoció ella la muerte de
Miguel?
-¿Quién es "Colorado" y qué suerte corre?
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Secuencia 13.
En un ambiente gris propio de la madrugada, Pedro Páramo, semidormido, escucha a su madre
llorar por la muerte de su padre. Se pregunta: "¿Y a ti quién te mató, madre?" De sus palabras
puedes deducir algo importante: ¿por qué murió el padre de Pedro Páramo?
Secuencia 14.
-Un nuevo personaje, el padre Rentería, se niega a dar la última bendición a Miguel Páramo. El
padre del muerto, don Pedro, entiende la postura del cura. ¿Por qué siente ese gran rencor el
sacerdote hacia Miguel?
-¿Cómo logra Pedro Páramo que el cura acceda finalmente a lo que él le pide?
Secuencia 15.
El padre Rentería informa a su sobrina Anita de la muerte de Miguel Páramo. ¿Qué le pregunta a
la muchacha? ¿Qué contesta ella?
-¿Cuáles son los sentimientos del cura por la muerte del hijo de don Pedro?
Secuencia 16.
El caballo de Miguel Páramo llega al galope. Varios peones comentan la muerte y el entierro del
hijo del cacique. Un carretero les comenta un curioso rumor, ¿cuál? ¿Se sorprenden los arrieros
o lo aceptan con naturalidad?
Secuencia 17.
En un monólogo, el padre Rentería analiza cómo ha desempeñado su labor de cura en Cómala.
¿A quiénes siente que ha traicionado? ¿Por qué lo hizo?
- El sacerdote se acuerda de su encuentro con María Dyada, la hermana de Eduviges. ¿Qué le pidió
María al cura? ¿Cómo reaccionó éste? ¿Qué descubrimos sobre la personalidad de Eduviges?
Secuencia 18.
En el cuarto donde lo instala Eduviges a su llegada a Comala, Juan Preciado, dormido, escucha las
voces de Toribio Aldrete cuando fue asesinado en ese mismo cuarto. ¿Cómo le dieron muerte?
¿Conocemos la identidad de sus asesinos?
- ¿Quién es Damiana Cisneros, de dónde viene y para qué se presenta en casa de Eduviges?
Secuencia 19.
Fulgor, un administrador, discute con Toribio Aldrete un acta por "usufruto", se emborrachan
juntos para celebrarlo. Fulgor recuerda su última conversación con Toribio y el comportamiento
cobarde de éste en el momento final. ¿A qué momento final se refiere?
Secuencia 20.
Fulgor Sedano acude a entrevistarse con Pedro Páramo, al que sólo había visto una vez, muchos
años antes. ¿Qué trato le da el patrón?
Fulgor le informa de la deplorable situación financiera de la Media Luna, la hacienda que don
Pedro ha heredado de su familia. Como parte de la solución, al joven Pedro Páramo se le ocurre
una idea. ¿En qué consiste?
Secuencia 21.
Fulgor Sedano se siente impresionado favorablemente por las mañas de Pedro Páramo.
Recuerda que, en cambio, el padre de Pedro Páramo -para el que Fulgor había trabajado- no
tenía tan buen concepto de su propio hijo. ¿Qué pensaba de él?
- Por cierto, ¿cómo se llamaba el padre de don Pedro?
Secuencia 22.
¿Cómo reacciona Doloritas ante la propuesta de Fulgor Sedano? ¿Pone alguna objeción?
Secuencia 23
-Una vez más, Pedro Páramo compra la voluntad del padre Rentería, quien a regañadientes
acepta saltarse un trámite religioso, ¿cuál?
-Páramo es un hombre sin escrúpulos, que no duda en utilizar cualquier método con el fin de
aumentar sus posesiones. ¿Muestra algún sentimiento sincero hacia su prometida Dolores? ¿Qué
planes tiene para estafar a Aldrete?
-Observa cómo responde a las objeciones de su encargado: "¿Cuáles leyes, Fulgor? La ley de
ahora en adelante la vamos a hacer nosotros". Lucas Páramo —amenaza Pedro- ya murió; ahora
manda él.
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Secuencia 24
Fulgor acude a la Media Luna a dar noticias a su jefe: el asunto de Toribio Aldrete ya está
solucionado. ¿A qué asunto se refiere? ¿Qué es lo que ha sucedido?
-Aunque queda pendiente el asunto de los Fragosos, Pedro Páramo decide postergarlo. Está
ocupado consumando su boda con Dolores.
Secuencia 25
-Damiana Cisneros intenta tranquilizar a Juan Preciado cuando los dos caminan por el pueblo, que
está "lleno de ecos". Le explica que son voces gastadas por el uso, risas viejas... es decir,
conversaciones de otras épocas pero que se siguen oyendo, hasta que de repente se apagan. Le
cuenta que ella acaba de hablar con su hermana, muerta hace muchísimos años y a la que acaba
de tropezar en la calle. De repente, Juan se encuentra solo. ¿Qué ha ocurrido?
Secuencia 26
-No sabemos quién habla. ¿Será Juan Preciado? Relata cómo ve a un hombre cruzar la calle. Dos
mujeres se refieren a él, es Filoteo Aréchiga y parece ser que trabaja para Pedro Páramo
"conchavándole" mujeres. ¿Qué significa esto?
Secuencia 27
Galileo y su cuñado discuten por un asunto de dinero. El cuñado le critica por haber vendido las
tierras a Pedro Páramo, pero Galileo asegura que no ha hecho tal cosa. "Pues son de don Pedro" –
le contesta el otro-. Seguramente él así lo ha dispuesto". Galileo no se arredra. ¿Qué amenaza
con hacer?
-Su pariente teme por su vida. Nadie desconoce la forma de actuar de don Pedro.
Secuencia 28.
Ahora discuten dos enamorados: ¿qué problema tienen? ¿Por qué deciden romper?
Secuencia 29.
Juan Preciado continúa recordando comentarios de su madre acerca de cómo se vivía en Comala.
La visión de Dolores nada tiene que ver con ese pueblo espectral que encuentra su hijo, un lugar
sin árboles, poblado de ruidos y voces lejanas, donde no se sabe si las gentes están vivas o
muertas.
Secuencia 30.
-Se encuentra con los que la crítica ha llamado "pareja adánica". ¿Por qué esta denominación?
-Comparte habitación con esos dos personajes, que comentan cómo es de intranquilo el sueño
de Juan. A pesar de estar dormido, Juan Preciado los oye. Escucha cómo la mujer le reprocha al
hombre por "aquello". Aún no sabemos a qué se refiere.
Secuencia 31.
-Cuando Juan Preciado despierta, la mujer le cuenta su secreto. ¿Cuál es el asunto que le
preocupa tanto y del que culpó a Donis en la secuencia anterior?
-Lee con calma y descubre: ¿a qué atribuye la hermana de Donis que el pueblo esté lleno de
ánimas'
-Juan Preciado asegura: "Cada vez entiendo menos". Desea abandonar Comala. ¿Por qué no lo
hace?
Secuencia 32.
Juan Preciado continúa en la casa de la pareja desnuda. Allí vive otra experiencia terrorífica.
Resúmela.
Secuencia 33.
La hermana de Donis se queda a solas con Juan Preciado. Ella presiente que él no volverá, igual
que hicieron todos. Le aclara a su invitado la visión que tuvo poco antes. ¿Quién era la mujer que
entró en el cuarto donde reposaba Juan Preciado? ¿A qué había ido a la casa de los dos
hermanos?
Secuencia 34.
Juan Preciado habla con su madre. ¿Qué le dice ella?
Secuencia 35.
Juan Preciado comparte la cama con la hermana de Donis.
Secuencia 36.
En un monólogo Juan Preciado cuenta cómo fue su propia muerte. Se despertó a media noche y
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se encontró con la horrible visión de su compañera de cama. ¿Qué vio? Aterrado, asqueado,
salió a la calle. ¿Qué siente entonces?
Secuencia 37.
-Descubrimos a quién le está contando Juan Preciado la historia de su viaje a Comala: a una
mujer, Dorotea. Ésta no se muestra conforme con la versión de Juan Preciado. ¿A qué cree ella
que se debió? ¿Quiénes -le explica- lo enterraron?
-Juan lo reconoce: ¿qué le ha provocado la muerte?
-A continuación, Dorotea le explica que su vida fue dura, ("un estómago engarruñado por las
hambres", subsistiendo a base de caridad) y cuál fue su única ilusión. Señálala.
-También habla de lo que le sucedió al pueblo. ¿Qué ocurrió en Comala, que hizo que ella optara
por sentarse "a esperar la muerte".
-Lee con calma el final de esta secuencia: ¿Dónde están Dorotea y Juan Preciado? ¿Qué le
aconseja ella?
Secuencia 38.
Retrocedemos en el tiempo: Fulgor Sedano ve llegar de prisa a Miguel Páramo. El muchacho le
pregunta a Damiana, la criada de su padre, por Dorotea. Así tenemos otra versión de la vida de
esta mujer, que es la que más tarde compartirá sepultura con Juan Preciado. ¿Cuenta lo mismo
que Dorotea le había dicho a Juan Preciado o Damiana introduce nuevos datos?
- ¿Por qué le interesa a Miguel Preciado esa mujer, Dorotea la Cuarraca? (En la secuencia 41
tendrás toda la información sobre este aspecto que ahora queda un tanto oscuro).
-Fulgor reflexiona sobre el hijo de su patrón: ¿qué cosa horrenda se cuenta de él en el pueblo?
- "A ese paso no creo que se logre". En realidad, ya estamos en condiciones de saber que los
pronósticos de Fulgor son atinados. Porque, ¿cuál es el futuro que le espera a Miguel?
-Miguel es –a juicio de Fulgor- idéntico a su padre, Pedro Páramo. ¿Qué opina el criado de la
educación que le está dando el cacique a su hijo?
-Comprueba que el diálogo entre el patrón y el ayudante corrobora la opinión de Fulgor, puesto
que ¿cómo reacciona Pedro Páramo cuando su hombre de confianza le habla de que Miguel ha
asesinado a alguien?
-Otro detalle importante: ¿qué edad tiene por esa época el hijo del cacique?
Secuencia 39.
Dorotea y Juan Preciado platican en el interior de su tumba. Juan Preciado lamenta no haber
tenido ni siquiera ocasión de ver el cielo de Comala, ese cielo del que le hablaba su madre.
Teniendo en cuenta esto, ¿cuánto tiempo tardó en morir Juan Preciado desde que llegó al
pueblo de sus padres, mucho o poco?
-Dorotea vuelve a aludir a su vida dura y terrible: "Hacía tantos años que no alzaba la cara, que
me olvidé del cielo". A continuación, un comentario de la mujer nos descubre la falta de
compasión y de caridad del padre Rentería. Coméntalo.
- ¿Dónde está el alma de Dorotea? ¿Por qué cree ella que su alma se enfadó y se desató de su
corazón?
Secuencia 40.
Pedro Páramo recibe el cadáver de Miguel Páramo, su hijo. ¿Qué recuerdo le asalta en ese
momento? -Comprueba si la deducción que hiciste en la secuencia 13 es correcta-.
- ¿Murió Miguel Páramo como esperaba su padre?
-Pedro Páramo es consciente de no haber obrado bien, por eso dice: "Estoy empezando a pagar.
Más vale empezar temprano, para terminar pronto". ¿Crees que en algún momento se
arrepiente de sus crueldades y atropellos?
- ¿Qué ordena hacer con el "potrillo" de Miguel? ¿Qué razón da para justificarse? ¿Crees que
es sincero o que la orden se debe a su deseo de vengarse del animal?
Secuencia 41.
La noche en que murió Miguel Páramo, al padre Rentería le vuelve a asaltar el sentimiento de
culpa. ¿De qué se arrepiente?
- ¿Por qué el cacique, que había tenido tantos hijos con tantas mujeres sin preocuparse de
ninguno, acogió a Miguel, y lo reconoció como hijo legítimo?
- Fíjate en la visión que del padre y del hijo nos da el sacerdote: el niño, pequeño como era, "se
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retorcía como una víbora"; don Pedro es la maldad personificada, tiene mala sangre.
- ¿Por qué el cura no se plantea cuidar él al pequeño Miguel? ¿A quién le encomienda Pedro
Páramo el cuidado de "esa cosa", de su hijo?
- El arrepentimiento del sacerdote es tal que ni él mismo soporta su maldad. Busca la absolución
del cura de Contla, que se la niega y le dice que debe buscarla en otra parte. Le aconseja que no
es conveniente que siga ejerciendo mientras él esté en pecado.
- En la iglesia le esperan varias mujeres: Dorotea, borracha por haber bebido en el velatorio de
Miguel, le confiesa algo al sacerdote, ¿qué es? (Ahora ya tienes la respuesta que te faltaba en
la secuencia 38: por qué le interesaba a Miguel saber de Dorotea y tratar con ella).
-A través de su confesión se insiste en un rasgo muy propio del carácter de Miguel: fue un
mujeriego.
Secuencia 42.
-Habla una mujer desconocida (más adelante descubrirás su identidad): ¿Dónde está? ¿Qué
imagina para olvidar su soledad?
- Más tarde dirige sus pensamientos a una tal Justina: rememora un momento muy duro en su
vida. ¿Cuál? ¿Por qué ese trance fue aún más terrible?
Secuencia 43.
-¿Cómo se llama, según Dorotea- la mujer que habló en la secuencia anterior? ¿Qué relación
tenía con Pedro Páramo?
-¿Por qué oye con tanta claridad esa voz Juan Preciado?
-Dorotea recuerda a la madre de doña Susanita, una mujer muy rara. ¿Por qué no asistió nadie a
su entierro, tal como lamentaba su hija en la secuencia 42?
-Oyen la voz de un hombre, enterrado en otra tumba próxima. Es un muerto viejo, es decir,
enterrado hace mucho tiempo. Habla de crímenes de Pedro Páramo. Mató a muchos de los
asistentes a una boda-explica- pero a él no, a él lo mutiló. ¿Por qué obró con esta saña el
cacique?
- (Como ves, aquí se aclaran ciertos aspectos que estaban pendientes en secuencias anteriores:
la13 y la 40). Lee con atención para entender las circunstancias en que murió el padre de Pedro
Páramo y cómo reaccionó él ante este suceso.
-Vuelve a oírse a Susanita. No habla, parece que se queja. Dorotea no tiene dudas de los
sentimientos de don Pedro hacia Susana. ¿Cómo reaccionó el cacique al morir su esposa?
¿Qué fatales consecuencias tuvo esto para la vida de Comala?
- Cuando a Pedro Páramo le queda poco tiempo de vida-recuerda Dorotea- tuvo lugar un
importante hecho histórico. ¿De qué hecho se trata? Infórmate de cuándo sucedió y podrás
conocer el tiempo externo del relato, es decir, la época en que se sitúan los hechos.
Secuencia 44.
-¿Qué noticia le trae Fulgor a Pedro Páramo?
Secuencia 45.
-Monólogo interior de Pedro Páramo. ¿Cuánto tiempo lleva esperando el regreso de su
amada?
-Nos enteramos de sus esfuerzos por encontrar, durante todo este tiempo, a su amor. El
cacique no tiene duda, ¿por qué ha aceptado finalmente aceptar su ofrecimiento el padre de
Susana?
-D. Pedro, un hombre tan brutal e insensible, nos ofrece una nueva faceta de su
personalidad: ¿cómo se siente al saber que, por fin, Bartolomé San Juan accede a volver a
Cómala con su hija viuda?
Secuencia 46.
Un hombre habla con su hija, a la que llama Susana. Se trata, por tanto, del padre de la que
será la última mujer de Pedro Páramo. Acaban de regresar a Comala, un pueblo que
desprecia. ¿Por qué razón, entonces, ha decidido volver?
-Para pagarle los favores a don Pedro, le ofrece su mina, pero el cacique quiere otra cosa.
¿Cuál?
-Fíjate en la opinión que el forastero tiene de Pedro Páramo.
-A través de él conoceremos más cosas de Susana San Juan: su estado civil, su opinión
14
sobre Páramo y su carácter (inestable, difícil).
Secuencia 47.
-Pedro Páramo le confiesa a Fulgor Sedano sus sentimientos por Susana. Temeroso de
perderla otra vez, trama un plan que llevará a cabo con la ayuda de su mano derecha. ¿En
qué consiste?
-Comprueba, una vez más, el talante de Fulgor: ¿está satisfecho con la maldad de su amo o,
por el contrario, le recrimina su actitud?
Secuencia 48.
-Aparece un personaje que ya conocíamos, Justina Díaz, que vive con Susana San Juan en la
Media Luna. ¿Qué relación hay entre las dos mujeres?
-Susana es desconsiderada con Justina, que la amenaza con abandonarla porque no soporta
ya sus manías. ¿Cómo se arregla el asunto?
Secuencia 49.
-Susana se despierta y cree sentir junto a su cama la presencia de su padre. Al amanecer,
Justina le da una noticia, ¿cuál?
-(Ten en cuenta la secuencia 47: así entenderás qué ha ocurrido realmente).
Secuencia 50.
- Susana rememora una terrorífica experiencia junto a su padre, cuando era una niña. ¿Qué
le ocurrió? Tal vez eso explique que no esté en su sano juicio. Justina llora al ver la locura de
su ama, que pasa del llanto a la risa sin motivo aparente.
Secuencia 51.
Susana siente la presencia de su padre, ya muerto. Adivina lo que viene a anunciarle, ¿qué
es?
Secuencia 52.
-Una nueva muestra del egoísmo de Pedro Páramo. ¿De qué se entera y cómo reacciona?
-Sólo le interesa Susana. Le angustia no saber qué dolor la atormenta, siempre encerrada,
siempre sudorosa, con un sueño intranquilo. "¿Cuál era el mundo de Susana San Juan?"
Secuencia 53.
Juan Preciado y Dorotea escuchan desde su tumba hablar a una mujer (¿Susana?) de lo
mucho que le gustaba bañarse en el mar, desnuda, a pesar de que su amante no lo entiende.
Secuencia 54.
Pedro Páramo recibe a unos representantes del grupo de revolucionarios que mataron a Fulgor.
¿Por qué han tomado las armas? ¿Cómo los trata el cacique? ¿Qué pacta con ellos?
- Comprueba que, muerto Fulgor, hay otra persona que se ha convertido el hombre de confianza
de Pedro Páramo, ¿quién es?
Secuencia 55.
Pedro Páramo le encarga a Damasio, el Tilcuate, para que acompañado por un grupo de hombres
se incorpore a la revuelta. Busca proteger sus intereses. ¿Cómo consigue la adhesión de su
subordinado?
Secuencia 56.
Juan Preciado sigue informando a su compañera de tumba, Dorotea (que está algo sorda) de lo
que habla la vecina del sepulcro vecino, Susana. Ella recuerda a un amante, cuya muerte sintió
mucho. ¿Será Florencio?
15
Secuencia 57.
Susana sigue soñando. Pedro Páramo la espía. ¿Con qué sueña? ¿Llega a adivinarlo o siquiera
a sospecharlo su esposo?
Secuencia 58.
Un nuevo personaje, Gerardo, el abogado de Pedro Páramo (y del padre y del abuelo de éste
primero). Le anuncia que rondan nuevos revolucionarios, los villistas, que han derrotado a
Damasio (el Tilcuate) y que él quiere despedirse.
-Reflexiona sobre esta nueva muestra del egoísmo de don Pedro y de su falta de gratitud incluso
con los que le han servido bien. En realidad, el cacique necesita seguir contando con la ayuda del
abogado, por eso se las ingenia para no dejarle marchar.
-Fíjate en el servilismo de Gerardo, y en la convicción de que la palabra de don Pedro es lo único
que vale en Cómala: "¿Quién me puede discutir la propiedad de lo que tengo?" -se pregunta
Páramo. "Indudablemente, nadie, don Pedro" - le responde el otro.
Secuencia 59.
-Gerardo, al no recibir el dinero que esperaba, decide no irse. Le molesta la falta de generosidad
de Páramo, a quien tantos favores le hizo. Repasa los que él recuerda.
Secuencia 60.
Damiana Cisneros, ya vieja, descubre la visita furtiva nocturna de Pedro Páramo a la chacha
Margarita y eso le hace recordar la noche en que, siendo ella joven, el patrón vino a buscarla.
¿Qué ocurrió?
-¿Qué logró ella por hacerse respetar? ¿Se arrepiente, en cierto modo, de la decisión que tomó
en su día?
- Siente que unos hombres aporrean la puerta de la casa, pero no quiere inmiscuirse. (En la
secuencia siguiente sabremos quiénes son esos hombres y qué quieren).
Secuencia 61.
Pedro Páramo recibe a Damasio. Deja bien claro que no le mueven los ideales políticos: es un
oportunista, que se alía con quienes tienen el poder.
-Su subordinado le pide dinero para contentar a la tropa. ¿Qué le responde Pedro Páramo?
-Pedro Páramo, ya solo, piensa en la jovencita con la que acaba de dormir. ¿A quién se refiere? En
realidad, él buscaba en esa joven a su amada Susana: "Una mujer que no era de este mundo".
Secuencia 62.
Pedro Páramo presencia el sufrimiento y la agonía de Susana. El padre Rentería llega para darle
la comunión. Ella, ajena a todo, vive de sus recuerdos. ¿A quién nombra?
Secuencia 63
-¿Qué hecho llama la atención de dos mujeres viejas? ¿Qué sospechan que puede haber
sucedido?
-Comenta la diferente actitud que tienen ambas ante don Pedro Páramo.
Secuencia 64.
El padre Rentaría prepara a Susana para morir, intenta atemorizarla, pero ella permanece
impasible. Sueña con su amante, con sus abrazos. Está tranquila, como si no ocurriera nada. Por
última vez, se queja de Justina. ¿Qué le molesta de ella?
Secuencia 65
16
¿Qué asegura Dorotea? ¿Con quién estará hablando?
Secuencia 66
La muerte de Susana no pasa inadvertida en Comala. ¿Qué sucede durante varios días?
- ¿Por qué se irrita Pedro Páramo? ¿Qué decisión toma? (Seguro que esto te hace recordar la
explicación que da Dorotea a Juan Preciado en la secuencia 43)
Secuencia 67.
El Tilcuate sigue visitando a Pedro Páramo: ha seguido sus consejos y se alía con el grupo
revolucionario que pueda favorecerle. Nos informa del paradero del padre Rentería: ¿qué ha sido
de él?
Secuencia 68.
Pedro Páramo rememora la muerte de su esposa. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde ese hecho?
Secuencia 69
-Reaparece un personaje del que hace muchas secuencias que no sabíamos nada. ¿Quién es?
¿Qué le ha ocurrido?
-Ha vendido sus burros para poder ayudar a su mujer, pero no le ha servido de nada. Así que,
borracho y sin nada, se dirige a la Media Luna. Pedro Páramo le pide a Damiana que lo atienda.
¿Qué busca él?
-Damiana grita; parece que está viendo al demonio. Abundio no entiende lo que ocurre.
-Damiana pide auxilio, ¿por qué?
-Unos hombres aparecen y detienen a Abundio. ¿Qué lleva él en la mano?
Secuencia 70
-¿Cómo termina la historia de Pedro Páramo? ¿Quién está a su lado? ¿En qué dos personas
piensa al final?
*Recuerda que Juan Rulfo reconocía en una entrevista que Pedro Páramo es una
“novela difícil” y señalaba que era necesario leerla tres veces para entenderla. Si como
lector tomas una postura activa y te esfuerzas por participar en la “construcción” del
relato (casi como recomponer un rompecabezas), poco a poco irás viéndolo todo más
claro y la lectura será apasionante. No lo dudes.
17
ARGUMENTO Y ESTRUCTURA DE PEDRO PÁRAMO (anexo)
COMPARACIÓN ENTRE «NARRACIÓN» E «HISTORIA»
Los dos cuadros que figuran enfrentados a continuación, facilitarán —junto al anterior
índice de secuencias— la lectura y estudio de la novela.
— El cuadro A ordena cronológicamente los episodios que constituyen la «historia» contada por
la obra y remite a las secuencias correspondientes (obsérvense los continuos saltos en la
numeración).
— El cuadro B sintetiza cómo van sucediéndose los episodios en la «narración». Y las letras en
negritas y entre paréntesis remiten al orden que presentan los episodios en el cuadro A.
A) ORDEN DE LA «HISTORIA» B) ORDEN DE LA «NARRACIÓN»
ACONTECIMIENTOS SECUENCIAS SECUENCIAS ACONTECIMIENTOS
1
a) Infancia de Pedro Páramo (y Susana) 6-8, 10.
1-5 Juan Preciado en Cómala. Eduviges (l-m)*.
b) Muerte de don Lucas Páramo. 13, 43.
6-8 Infancia de Pedro Páramo (a).
c) P. P. al frente de «La Media Luna».
— Boda con Dolores Preciado.
— Asesinato de Toribio Aldrete.
20.
20-23, 9.
18, 19, 23, 24.
9 Juan Preciado habla de su madre y de P. P. con
Eduviges (c, m).
d) Dolores Preciado se marcha de Cómala con su
hijo Juan.
9.
10 Infancia de P. P.--Susana San Juan (a).
e) P. P. adopta a Miguel, que, según el padre Rentería,
es hijo suyo.
41.
11-12 Desmanes y muerte de Miguel Páramo (f).
f) Amoríos y desmanes de Miguel Páramo.
— Dorotea la «Cuarraca».
— Miguel y Anita, sobrina del P. Rentería
38.
41.
15.
13-17 Entierro de Miguel Páramo. El padre Rentería y su
sobrina Anita. Recuerdo de Eduviges (g-h).
g) Muerte de Miguel Páramo.
— Su entierro.
11-12, 40.
14, 16.
18 J. P. Desaparece Eduviges y aparece Damiana
Cisneros. Alusión al ahorcado Aldrete (c, m).
h) [En esta época ya ha muerto Eduviges Dyada,
como recuerda el P. Rentería.]
17.
19-24 El asesinato de Toribio Aldrete. [Salió atrás en §§
20-22: P. P. al frente de «La Media Luna»; se
concierta su boda con Dolores Preciado], (c).
i) P. P. y Susana San Juan*. Se casan.
— Muerte del padre de Susana.
— Enfermedad y muerte de Susana.
44-46.
47-50.
48-51, 57, 62-
64
25-37 Damiana cuenta a Juan Preciado cosas de Cómala;
desaparece. Juan recorre el pueblo. Se aloja en casa
de unos hermanos. Muere; es enterrado junto a
Dorotea, con la que seguirá hablando (m-n)
j) Paralelo a lo anterior: la Revolución, muerte
de Fulgor Sedaño, andanzas del «Tilcuate»...
52,54-55, 58,
61, 67.
2
38
Miguel Páramo y su trato con Dorotea (f).
k) Decadencia, soledad y muerte de Pedro Páramo.
……………………………………………………………………………….
66-70.
……………………
39 Diálogo entre J. P. y Dorotea (n).
l) Llega a Cómala Juan Preciado. Se encuentra con
Abundio.
1-4.
40-41 P. P. y la muerte de Miguel. El P. Rentaría (f)
m) Juan Preciado en Cómala. Eduviges Dyada y otros
fantasmas.
5-9, 18, 25-35.
42-43 J. P. y Dorotea oyen la voz de Susana y otros (n).
n) Muerte de Juan P.— Enterrado junto a Dorotea, oye
las voces de los muertos (Susana...)
36-37, 39, 42-
43, 53, 56, 65.
44-49 Susana y su padre en Cómala (años antes).
Boda de P. P. y Susana. Muerte de don
Bartolomé (i).
*De la vida anterior de Susana, tenemos noticias por sus monólogos (p.e., 50,53,57,62)
50-65 Alternan la enfermedad y muerte de Susana
(i), y los episodios de la Revolución; el
«Tilcuate» (j). [§§ 50 y 53: monólogos de
Susana, oídos por J. P.]
66-70 Decadencia, soledad y muerte de P. P. (k).
* Las letras entre paréntesis remiten al orden de la «historia» (cuadro A). Episodios
de Juan Preciado (J. P.).
Episodios de Pedro Páramo (P. P.) y su tiempo.
Episodios mixtos.

Refranes